martes, 10 de abril de 2012

Ralladas -por fin- resueltas

Afortunadamente, ya están superadas. Pero todo en este mundo merece una reflexión pasado el "maltrago" para aprender de ello, o simplemente para no volver a caer.

La estupidez de las personas no tiene límite. Un amor -correspondido o no- te puede marcar más tiempo del que te gustaría. Peor es cuando ese sentimiento, antes desaparecido o al menos con la creencia de olvidado, florece en los momentos más inoportunos o más frágiles.
Es dificil saber lo que uno quiere con sentimientos tan contradictorios y a la vez tan profundos.
Quieres a una persona más de lo que imaginas, es lo mejor que te ha pasado, hasta el punto que piensas que no mereces a alguien tan bueno, pero, a pesar de todo esto, sigues sintiendo eso de hace años.

Somos estúpidos, personas que no saben lo que quieres y que el 90% de las veces lo pierden antes de darse cuenta.

Con la ayuda de muchos amigos, pareja y por suerte de esa misma persona que -sin su culpa- me hizo sentir tal sentimiento, aclaré las cosas, pero con una certeza: eso que un día sentí, eso que un día no fue correspondido, seguirá por mucho tiempo, no con la misma intensidad, pero estará. A pesar de ello, también se que a mi pareja la quiero más de que se imagina.

Quiero a las dos personas, mucho, una es de mis mejores amigas y otra, mi pareja; ¿qué más puedo pedir? He ahí que diga que la especie humana -y va en incremento- es estúpida.

Raist

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